Quiero hacer justicia, escribiendo algunas líneas como reconocimiento de gratitud, hacia todos los Bomberos Voluntarios de Chile.
Este personaje, el Bombero, es de mucho valer, pues, ha nacido con esa cualidad de servir al prójimo... Cuando lo vemos pasar a combatir un siniestro, lo hacemos casi con indiferencia, no apreciando que con su aporte se salvarán vidas y viviendas, arriesgando su propia vida, pero ellos no piensan en otra cosa que luchar, hasta conseguir su objetivo.
Hay muchos de ellos que no alcanzan a llegar por la imprudencia de algunos conductores, quienes no dejan el paso libre, privando al Cuerpo de Bomberos de muy útiles servicios.
Algunos siniestros duran días y noches, pero ellos siempre están en su lugar correspondiente, sin fijarse en el tiempo ni en las heridas recibidas, pues, su obligación, que ellos mismos se la impusieron, la cumplen y luchan hasta el último momento.
Llega a conocerse el corazón cuando sale de entre las llamas con una persona que no tenía ninguna posibilidad de salvarse, pero él, el Bombero, ha luchado con entereza por salvar esa vida.
¿Si se pudiera adivinar que siente el Voluntario por lo que ha hecho? - Se siente feliz de haber arrancado una vida de ese infierno y, después una vez a salvo, volver a combatir el siniestro.
El Cuerpo de Bomberos, lo componen Voluntarios de todas las clases sociales y agrada saber que en las Poblaciones Obreras, existen como a través de todo el país y que cumplen en forma abnegada, como todos ellos lo saben hacer.
¿Se ha detenido Ud. a pensar que ellos, al igual que nosotros, también tienen familia, madre, esposa, e hijos, que sufren la anhelante espera, que vuelva al hogar sano y salvo? Pero, .... en algunos casos la espera es inútil, pues, ya nunca volverán y se encuentran descansando en el regazo de Dios. Si parecen que mueren con una sonrisa en los labios por haber contribuido a llevar un alivio a los que han sufrido el azote que significa un incendio, pues, debe tomarse en cuenta que de todas las desgracias que existen en esta vida, ésta es una de las que nunca se borran de la mente.
A ti, Caballero del Fuego, va este homenaje, por demás merecido, yo te saludo con orgullo y gratitud y, esto va extensivo de capitán a paje que pertenecen a ese gran Cuerpo de Bomberos de Chile.
Vuestra misión es igual a la de la madre, quien vierte su sangre gota a gota, no sólo para salvar la vida de sus hijos, sino también la de sus semejantes. Emociona ver como te desesperas por estar entre los primeros para luchar contra el infierno rojo, que es el fuego y, ver también la entereza con que afrontas el peligro.
Con que disciplina y marcialidad marchas en un desfile o en un ejercicio y con que dolor acompañas al compañero caído, en el viaje sin retorno.
Caballeros del Fuego, continúa adelante con fe y con ese coraje que siempre habéis tenido, pues, vuestra fama es reconocida en el mundo entero, también porque todo Chile respalda vuestra labor y agradece vuestro sacrificio. Termino diciendo: "Caballeros del Fuego", gracias, muchas gracias y que Dios bendiga a ti y familiares.
JORGE OYARZUN
